
Organizar tus finanzas puede parecer complicado al principio, pero la verdad es que crear un presupuesto mensual es más sencillo de lo que parece. No necesitas ser economista ni usar fórmulas complejas. Solo hace falta un poco de atención, constancia y ganas de mejorar tu relación con el dinero.
En este artículo te voy a contar paso a paso cómo puedes montar tu presupuesto desde cero, aunque nunca hayas hecho uno antes. Es una guía pensada para gente real, con problemas reales (como llegar justo a fin de mes o no tener ni idea de a dónde se va el dinero). Vamos allá.
Paso 1: Conoce tus ingresos reales
Antes de pensar en lo que gastas, tienes que tener claro cuánto dinero entra cada mes. Y aquí es importante ser honesto: no pongas lo que crees que ganas, sino lo que realmente recibes.
Por ejemplo:
- Si trabajas por cuenta ajena, mira el importe que te llega al banco, no el bruto de la nómina.
- Si eres autónomo o freelance, haz una media realista de tus ingresos de los últimos tres meses (después de impuestos y gastos fijos).
Este número será tu punto de partida. Todo lo que presupuestes tiene que encajar dentro de lo que ganas, no al revés.
Paso 2: Revisa tus gastos del último mes
Muchísima gente falla aquí porque no sabe exactamente en qué se le va el dinero. Abre tu app del banco, tu tarjeta o los movimientos de tu cuenta y haz un repaso honesto del último mes. Apunta todo.
Clasifica tus gastos en categorías como estas:
- Vivienda: alquiler o hipoteca, luz, agua, gas, internet
- Transporte: gasolina, metro, bus, Uber
- Comida: supermercado, restaurantes, cafés
- Suscripciones: Netflix, Spotify, gimnasio, etc.
- Extras: regalos, compras impulsivas, caprichos
Puede dar un poco de susto ver las cifras, pero es el primer paso para tomar el control.
Paso 3: Establece tus gastos fijos y variables
Una vez tienes tus gastos organizados, diferencia los que son fijos (esos que tienes sí o sí cada mes) de los variables (los que pueden cambiar o recortar).
Ejemplo de gastos fijos: alquiler, cuota del coche, facturas.
Ejemplo de variables: comidas fuera, ropa, ocio.
Esto te permitirá saber dónde puedes ajustar sin afectar tu vida demasiado.
Paso 4: Asigna límites a cada categoría
Ahora viene la parte divertida: decidir cuánto vas a gastar en cada cosa. Aquí lo ideal es que empieces por los gastos fijos, y luego distribuyas el resto entre las otras categorías.
Una fórmula útil (aunque puedes adaptarla a tu realidad) es la famosa 50/30/20:
- 50% para necesidades básicas (vivienda, comida, transporte)
- 30% para deseos (ocio, cenas, compras)
- 20% para ahorro o pagar deudas
No te lo tomes como una ley, sino como una guía flexible. Si ganas poco, tal vez no puedas ahorrar un 20% todavía, y no pasa nada. Lo importante es que empieces.
Paso 5: Incluye el ahorro como si fuera otro gasto
Muchas personas esperan a “ver qué sobra” para ahorrar. Error. Si lo haces así, nunca vas a guardar nada. El ahorro debe estar en tu presupuesto como un gasto obligatorio más, como si fuera una factura que no puedes saltarte.
Empieza por poco si hace falta: 20 euros, 50… Lo importante es la constancia. Puedes usar métodos como:
- Guardar un % fijo de tus ingresos
- Automatizar transferencias a una cuenta separada
- Usar apps que redondean tus compras y ahorran la diferencia
Paso 6: Controla tus gastos cada semana
No basta con hacer el presupuesto. Tienes que darle seguimiento. Reserva 10 minutos a la semana para revisar cómo vas, si te estás pasando en alguna categoría o si te queda margen para darte un gustito.
Puedes usar una libreta, una hoja de Excel o una app de finanzas. No importa el método, lo importante es que te sirva a ti.
Paso 7: Ajusta y mejora cada mes
El primer presupuesto nunca es perfecto. Y está bien. Lo ideal es que, al final de cada mes, te sientes 15 minutos a revisar qué funcionó y qué no. ¿Gastos imprevistos? ¿Te pasaste en el ocio? ¿Pudiste ahorrar más de lo que pensabas?
Usa esa información para ajustar el siguiente mes. Presupuestar no es algo estático, es un proceso vivo que vas afinando con el tiempo.
Consejillo final: no seas tan duro contigo
Crear un presupuesto no es para amargarte ni para prohibirte todo. Es una herramienta para que tu dinero trabaje contigo, no contra ti. Si un mes fallas, no te castigues. Aprende, ajusta y sigue adelante.
La tranquilidad de saber exactamente cuánto tienes, en qué lo gastas y cuánto puedes permitirte ahorrar no tiene precio. Y cuando veas resultados, te vas a alegrar de haber empezado.
¿Y tú? ¿Ya tienes tu presupuesto armado o vas a empezar hoy? Si quieres, te puedo compartir una plantilla para organizar tus gastos o ayudarte a adaptarla a tu situación. Escríbeme y lo hacemos juntos. 💬